La consultora británica PG Economics Ltd, especializada en agricultura e industrias basadas en los recursos naturales, ha publicado el nuevo informe “GM crops: global socio-economic and environmental impacts 1996-2009” (Cultivos transgénicos: impactos socio-economicos y ambientales globales 1996-2009). El estudio, elaborado por los economistas Graham Brookes y Peter Barfoot, evidencia el papel que los cultivos transgénicos juegan en el asentamiento de una agricultura sostenible y en permitir una accesibilidad global a los alimentos.
Según se desprende del estudio, los cultivos transgénicos están contribuyendo activamente en la reducción de emisión de gases de efecto invernadero en las prácticas agrícolas. En 2009, los cultivos transgénicos lograron la reducción de 17.700 millones de kg de dióxido de carbono emitidos a la atmósfera, lo equivalente a la eliminación de 7.800.000 automoviles de la carretera durante un año.
Entre 1996 y 2009, los cultivos transgénicos redujeron el uso de productos fitosanitarios en 393 millones de Kg, lo que supuso una bajada de un 8,7% del uso total. Como resultado se ha reducido en un 17% el impacto asociado al uso de herbicidas e insecticidas en la tierra, y es que además de esta disminución, se reduce el impacto al usarse productos de menor persistencia.
Los cultivos transgénicos tolerantes a herbicidas han logrado reducir o eliminar por completo las labores de arado del terreno en muchas regiones, especialmente en América del sur, ayudando así a la reducción de la erosión del suelo y a mejorar los niveles de humedad de los mismos. Han sido catalizadores de la llamada agricultura de conservación.
Desde 1996 hasta 2009 los cultivos transgénicos han logrado unos beneficios extras para los agricultores de 64.700 millones de dólares. De éstos, el 57% fueron gracias al incremento del rendimiento, mientras que el 43% restante se debieron a la reducción de los costos de producción.
En estos catorce años, los transgénicos han permitido incrementar la producción de soja y maíz en 83,5 y 130,5 millones de toneladas, respectivamente. También se ha logrado un aumento de 10,5 millones de toneladas de fibra de algodón y 5,5 millones de toneladas de canola.
Si en 2009 no se hubieran cultivado semillas transgénicas, habrían sido necesarias 12.3 millones de hectáreas adicionales para obtener la misma producción, 3,8 de soja, 5,6 de maíz, 2,6 de algodón, y 0,3 de colza.
Accede al documento completo en el siguiente link