Con la idea de fomentar la productividad del sector agrícola y regular la producción, comercialización y consumo de los organismos genéticamente modificados, el ministro de Agricultura, José Antonio Galilea, anunciará hoy el ingreso de las modificaciones al proyecto de ley sobre cultivos transgénicos que está entrampado desde 2006 en el Congreso.
Los principales cambios apuntan a entregar un marco regulatorio para el cultivo de los productos transgénicos. La iniciativa permitirá mejorar el rendimiento y calidad de los cultivos, beneficiando tanto a productores como a consumidores por la eventual reducción de los costos.
Las modificaciones fueron firmadas por los Ministros de Agricultura, Economía, Salud y Medio Ambiente. Además cuenta con la aprobación del Presidente Sebastián Piñera.
Para la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), esta situación permitiría potenciar a la agricultura, ya que “esta tecnología permite trabajar sobre algunas vulnerabilidades que tienen los vegetales, lo que, en resumen, reduce los costos de producción”, señala Ema Budinich, gerenta de estudios de la entidad.
Según Miguel Ángel Sánchez, director ejecutivo de ChileBio, estas modificaciones vienen a colocar a Chile en un “contexto mundial donde nos estábamos quedando atrasados, y no estábamos reconociendo los beneficios de esta tecnología”. Beneficios, que explica Sánchez, son para los agricultores, donde, dependiendo el tipo de cultivo, aumentan los rendimientos de producción y se disminuyen los costos.
“Como bajan los valores de producción, en algunos cultivos, deberían, por ende, tender a disminuir los costos para el consumidor, lo que se reflejaría en el precio de los productos”, sostiene.
Tipos de uso
Las indicaciones que presentará el gobierno definirán dos tipos de uso para los organismos genéticamente modificados: el uso controlado y el liberado.
En el primer caso es el Ministerio de Agricultura quien regulará las medidas de bioseguridad que deberán cumplirse, mediante el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), organismo al cual se le deberá entregar toda la información del usuario, los fines de la actividad, la especie, la caracterización y cantidad de material vegetal transgénico a utilizar.
Con esto, el SAG elaborará un listado oficial de uso de esta tecnología, que quedará disponible para la consulta del público general.
Respecto al uso liberado, que se daría por primera vez en Chile con fines de cultivo para consumo humano o animal y forestal, debe ser autorizado por el Ministerio de Agricultura, quien solicitará evaluaciones respecto de la introducción al medio ambiente de algún organismo genéticamente modificado.
De estas evaluaciones se destaca la participación ciudadana en el proceso de autorización, dado que existirá un plazo de 30 días luego que el SAG publique la información respecto de la petición de utilización de transgénicos. El organismo deberá considerar las observaciones como parte del proceso y deberá dar respuesta fundada a cada una.
Fuente: Diario Financiero