La papa transgénica desarrollada por BASF se ha convertido en el centro de atención después de que la Comisión Europea aprobara su cultivo el pasado 02 de febrero de 2010. Esta nueva variedad, Amflora, se caracteriza por estar compuesta de almidón de amilopectina sin amilosa, lo que contribuye a ahorrar recursos, costos y energía.
Cerca del 20% de la composición de la papa es almidón, mientras que cerca del 80% restante es agua. El primero de estos elementos está formado por la mezcla de amilopectina (75%) y amilosa (25%). El almidón se encuentra en gran número de alimentos naturales y preparados como puede ser el arroz o el pan. Existen distintas clases de almidones comerciales obtenidos de tubérculos (papa o mandioca) o de semillas de cereales (maíz o arroz).
Amflora, al no contener amilosa, reduce significativamente los costos de producción ya que no es necesario recurrir a los procedimientos convencionales de extracción y lavado de la misma. Para muchas aplicaciones técnicas, como la fabricación de papel, tejidos o adhesivos, sólo se necesita amilopectina, por lo que hasta ahora ha sido necesario aplicar el costoso proceso de separación de los dos componentes. Además, el papel fabricado con este almidón puro es más brillante, y el hormigón y los adhesivos pueden procesarse durante más tiempo.
Por todo ello, el desarrollo y la aprobación de la variedad transgénica Amflora marca un antes y un después dentro en el sector industrial europeo de la papa, el cual se ha visto fortalecido al poder cultivar dicha variedad. Los países que se beneficiaron inicialmente de esta tecnología son Suecia, Alemania y Republica Checa donde se dio comienzo a la siembra el año 2010.