La polémica Ley de la Madre Tierra, en Bolivia, continúa provocando repercusiones en los productores. En uno de sus artículos la Ley aprobada en detalle por la Cámara de Diputados prohíbe el uso de los cultivos transgénicos y el uso de tecnologías en la tierra.
Los productores de oleaginosas de ese país consideran esta Ley y sus polémicos artículos como un golpe al sector que impedirá que Bolivia avance y frenará la producción de alimentos. El Gerente Técnico de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Gilberto Aguanta, detalló que las semillas transgénicas son una herramienta esencial para el sector agrícola.
“Prueba de ello es que un evento ya se ha autorizado en Bolivia, que es la soya con tolerancia al herbicida Glifosato, y este ha sido adoptado por los productores muy rápidamente, a tal punto que en este momento me atrevería decir que más del 90% de nuestras semillas de soya son transgénicos”, afirmó.
Además, Aguanta indicó “Tenemos conocimiento que existen más eventos de soya, incluso se habla que existe una soya tolerante a la sequía. Esta variedad nos caería muy bien poder adaptarla acá en el futuro si es que nuestras autoridades nos los permiten”.
Por otra parte el Presidente de los Productores de Maíz y Sorgo (Promasor), Vicente Gutiérrez aseguró que en estos momentos están consumiendo maíz argentino producido por la tecnología transgénica. Aseguró que los beneficios de las variedades transgénicas son la tolerancia a las condiciones adversas, como ser maleza, plagas y otros.
“El uso de semillas transgénicas garantiza a los productores su producción al 100%, pese a las condiciones climáticas o a las plagas. En estos momentos estamos consumiendo maíz transgénico. Si la idea es proteger a la población del uso de esta tecnología no se debería importar maíz desde la Argentina”, dijo Gutiérrez.
Finalmente, Gilberto Aguanta, Gerente Técnico de Anapo señaló “Nosotros los agricultores consideramos que la transgénicos son una herramienta que nos ayuda a mejorar la producción y nos permiten bajar los costos”.