Ecuador aprobó una ley que permite el ingreso de semillas transgénicas al país únicamente con fines investigativos (no de comercialización), esto bajo una cláusula establecida en la constitución de 2008 que, si bien declara al país como “libre de transgénicos”, agrega una excepción que permitiría aprobar el ingreso de cultivos transgénicos al país.
La Asamblea Nacional del Ecuador aprobó la tarde de ayer jueves el libre ingreso de semillas transgénicas al Ecuador con fines investigativos. El tema fue llevado al legislativo como veto presidencial para cambiar el artículo 56 de la Ley de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento de la Agricultura Sustentable que impide el ingreso de cultivos transgénicos.
La nueva reforma fue aprobada con 73 votos de mayoría de Alianza PAIS (AP) y con 55 votos de «NO» en medio de duras críticas de la oposición.
Los legisladores oficialistas, como Marcela Aguiñaga (AP), resaltaron que se aprobará una ley para que las semillas transgénicas sean investigadas en universidades. Doris Soliz (AP) agregó que oponerse al conocimiento y a la investigación es «un flaco favor al país».
El veto parcial al proyecto de Ley de Agrobiodiversidad, Semillas y Fomento de la Agricultura Sustentable, posibilita que en el país se pueda desarrollar investigación científica directa de semillas transgénicas, pero también permite que el Ejecutivo tenga la capacidad de regular esa investigación. Al mismo tiempo, esa reglamentación propicia que instancias como la Asamblea, convoquen a autoridades para que rindan cuentas de cómo se controla el ingreso de semillas genéticamente modificadas o cultivos transgénicos.
«No se trata de comercialización”, porque la Constitución lo prohíbe. “Hablamos de tener la posibilidad de investigar semillas y poder hacer un análisis que nos permita avanzar en conocimiento, con una regulación adecuada, tomando todas las medidas de bioseguridad», enfatizó el presidente de la Asamblea, José Serrano.
Discusiones previas
Ecuador ya ha vivido intensas discusiones sobre los cultivos transgénicos. Tras declarar al país «libre de cultivos y semillas transgénicas» con la Carta Magna de 2008, el presidente Rafael Correa planteó la posibilidad de reconsiderar dicha prohibición bajo una excepción del artículo 401, en el cual se menciona que solo en caso de interés nacional “se podrá introducir al país semillas y cultivos genéticamente modificados”.
«Las semillas genéticamente modificadas pueden cuadruplicar la producción y sacar de la miseria a los sectores más deprimidos», declaró el Presidente Correa en 2012. Sin embargo, la reforma constitucional nunca se acometió.